La primera vez que abrió la boca y habló, si aquello que salió de su boca podría llamarse voz, parecía un millon de clavos cayendo del cielo o una sierra cortando granito. Su voz era arenosa a veces, una avalancha de piedras otra; sus parlamentos rodaban como una bola de plomo sobre tarima antigua.
En la tele vi un día al presidente de la Conferencia episcopal, Rouco Varila. Instaba al gobierno a "controlar a ese demonio". Había quien iba más lejos: "¿Y si fuera una divinidad judía? ¿Y si fuera musulmana? ¿Y si fuera el Genio de la Lámpara?"
Nuestro confinamiento en el laboratorio Subterráneo de Canfranc se hacía eterno. No es fácil tomar muestras a un ser que podría ser una divinidad. ¿Y si de todas las religiones que en el mundo ha habido tenía razón la que creía en djins o demonios caídos del cielo?
(Á suivre)
http://es.wikipedia.org/wiki/Genio
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